Voy a abrir una papelería

Estoy tecorriendo poco a poco todo mi pasado.

El mundo está en pausa y mi cabeza va a demasiada velocidad, ralentarla es cuestión de tiempo, de hacer las paces con todo lo que me llevó hasta aquí.

Antes me hacía ilusión ese cambio improviso de tiendas, donde habia una taberna se ponia un bistrot, un franchising por cada mercería sin clientes. Pero ahora me estresa, voy caminando por la calle, hagos los recorridos de mis 12, 14 y 16 años, y me veo parada ante la tienda de regalos a poco precio, en las últimas papelerías resistentes, con olor a cuadernos y bolis.

Podría decir que hago las paces con la niña que fui porque aún la entiendo. Comprendo su táctica de supervivencia, las caídas en los errores solo por cubrir las necesidades que otros no eran capaces de colmar. Un comic por cada amigo que faltaba, un kiosko por cada palabra malsonante, una bañera para soñar otras vidas.

Y la literatura, la sensibilidad,el caos, y las tiendas que aún hoy están abiertas, me permiten ver dentro de la panadería de las empanadas, el chino de los fideos, la libreria de los boligrafos que definían tu estatus social. Las recorro y mando mensajes a la niña. La perdono, la justifico. Al mismo tiempo, me despido de sus fantasmas, lucho contra el masoquismo de recordar demasiado el pasado como si fuera sagrado. Intento hacer pasar todo eso por mi mente como si fuera una espectadora, sin tocarme. Aparecen y se van porque la que queda ahora es otra.

Porque la que está es presente. Porque yo me he ido a otros cielos. La niña interior va estar dentro de mi siempre, pero no va a definirme. Ella ahora descansa, duerme, se relaja, crece. Ella ya no pone punto, no determina mi vida actual, me permite cambiar.

Intento ser una persona mejor, acepto todo lo que me ha llevado hasta aqui, lo comprendo, pero eso no me limita.

Tengo muchas posibilidades y cada una es una tienda que cambia de dueño. Ahora no hago duelos ni aniversarios de rupturas, ahora no tiene importancia. No condiciona mi presente, estoy a caballo del futuro.

Deja un comentario